Consiste en producir un calentamiento de la matriz pilosa provocando que el folículo sea incapaz de volver a producir pelo. El láser no daña la piel y se puede aplicar tanto en cara como en cuerpo.

Depende de cada persona, de la zona a tratar y del tipo de vello, se requiere de un diagnóstico para definir el número de sesiones; las sesiones suelen realizarse cada 35 a 45 días.

Dependiendo de la zona y de tu sensibilidad, resultará más o menos molesto, pero es un tratamiento que se puede tolerar.

En líneas generales, no conviene tomar el sol durante el tratamiento de depilación láser. Tampoco es aconsejable exponerse a los rayos del sol. Lo aconsejable es utilizar un factor de protección solar alto y no tomar el sol entre una semana y 15 días antes ni después de la sesión.

Simplemente, no debes depilarte, el especialista debe ver y valorar tu vello. Recuerda, que desde el momento en el que decides someterte a la depilación láser debes olvidarte de las técnicas de depilación como la cera o las depiladoras eléctricas. También es importante que cuando acudas a la sesión de depilación láser lleves la zona limpia, sin desodorantes o maquillajes; favor de llevar el vello sin rasurar.

Hablamos de la depilación láser permanente. En general, el vello del cuerpo (piernas, brazos, axilas e ingles) desaparece pasadas las 6-8 sesiones y no suele volver a aparecer; hasta un 90% en la zona. Puede quedar un vello residual que puede brotar con el tiempo. En cambio, en la cara, es más fácil que el vello salga de nuevo por estímulos hormonales, aunque lo hará en menor cantidad y será más fino.

Puedes aplicarte Aloe Vera que, por sus propiedades hidratantes, reparadoras y calmantes, evitará cualquier molestia como el enrojecimiento.

El vello se va cayendo de forma progresiva, depende del tipo de láser y de tu propio vello, verás como se cae a los dos días de la sesión de láser o incluso hasta 10 días después. Poco a poco notarás como tu vello nace mucho más débil.

Consiste en producir un calentamiento de la matriz pilosa provocando que el folículo sea incapaz de volver a producir pelo. El láser no daña la piel y se puede aplicar tanto en cara como en cuerpo.

Sí, es seguro si lo realizas con un especialista

Depende de cada persona, de la zona a tratar y del tipo de vello, se requiere de un diagnóstico para definir el número de sesiones; las sesiones suelen realizarse cada 35 a 45 días.

Dependiendo de la zona y de tu sensibilidad, resultará más o menos molesto, pero es un tratamiento que se puede tolerar.

En líneas generales, no conviene tomar el sol durante el tratamiento de depilación láser. Tampoco es aconsejable exponerse a los rayos del sol. Lo aconsejable es utilizar un factor de protección solar alto y no tomar el sol entre una semana y 15 días antes ni después de la sesión.

Simplemente, no debes depilarte, el especialista debe ver y valorar tu vello. Recuerda, que desde el momento en el que decides someterte a la depilación láser debes olvidarte de las técnicas de depilación como la cera o las depiladoras eléctricas. También es importante que cuando acudas a la sesión de depilación láser lleves la zona limpia, sin desodorantes o maquillajes; favor de llevar el vello sin rasurar.

Hablamos de la depilación láser permanente. En general, el vello del cuerpo (piernas, brazos, axilas e ingles) desaparece pasadas las 6-8 sesiones y no suele volver a aparecer; hasta un 90% en la zona. Puede quedar un vello residual que puede brotar con el tiempo. En cambio, en la cara, es más fácil que el vello salga de nuevo por estímulos hormonales, aunque lo hará en menor cantidad y será más fino.

Puedes aplicarte Aloe Vera que, por sus propiedades hidratantes, reparadoras y calmantes, evitará cualquier molestia como el enrojecimiento.

El vello se va cayendo de forma progresiva, depende del tipo de láser y de tu propio vello, verás como se cae a los dos días de la sesión de láser o incluso hasta 10 días después. Poco a poco notarás como tu vello nace mucho más débil.